26-04-2010
Mauthausen: los familiares de los republicanos españoles en Austria batallan para que ondee en el campo la bandera republicana, no la rojigualda
Pedro Timón Solinís
Rebelión
El Campo de Concentración Nazi de Mauthausen se encuentra en un alto sobre el Danubio y está situado a 5 kilómetros del pueblo situado en Alta Austria del mismo nombre.
Para llegar al mismo hay que recorrer una sinuosa carretera entre bosques. El arbolado finaliza con la pendiente y deja paso a una meseta de pradera dominada por lo que podía semejar a una
fortaleza. Años atrás esa carretera era recorrida por miles de deportados a pie desde la estación de ferrocarril de Mauthausen. Atrás quedaría el Danubio, las cortinas ligeramente abiertas por los vecinos para espiar sin ser vistos, el paisaje bucólico en primavera y terrible en invierno salpicado de cuerpos caídos... Los cinco kilómetros de golpes, gritos y de guardias de las SS azuzando a los perros finalizaban en la última curva que daba paso a la recta final ante el gran portón de entrada.
Ante esa misma curva se encuentra hoy en día el monumento en "Homenaje a los 7.000Republicanos españoles muertos por la libertad" como se encargan de recordar las placas de mármol en cuatro idiomas. Este monumento fue erigido y cuidado posteriormente por el gobierno austriaco y está presidido por la bandera tricolor, la misma que representaba a los deportados españoles en la carretera de acceso al campo durante decenios hasta que en 1995, coincidiendo con el 50 Aniversario de su liberación, el embajador español nombrado por el último gobierno de Felipe González presionó para que la tricolor desapareciese del Campo de Mauthausen. No lo consiguió. Lo único que logró fue que la bandera constitucional figurase en la carretera de acceso al campo unos metros detrás de la insignia republicana. La postura de los deportados españoles supervivientes que se habían quedado a vivir en Austria tras la liberación del Campo fue tomada en consideración por el Ministerio del Interior austriaco. Sólo la tricolor figuraría junto al monumento en honor de los republicanos españoles.
Recuerdo al viejo deportado catalán Francisco Comellas subido a una escalera para volver a colocar "su bandera", y al andaluz Bernardo Martínez explicándome que no querían ver la bandera que les llevó al Campo junto a su monumento. Era una clara alusión a la identificación de la bandera rojigualda con el franquismo, y el papel de Serrano Suñer para que los españoles fuesen considerados apátridas e internados en los Campos de Concentración. Añadió que no merece la pena disgustarse por un trapo de colores, pero sí sentirse honrado por los ideales que defendían y que estaban representados en esa bandera. "La otra simboliza un golpe de Estado, una guerra civil y cuarenta años de represión y exilio".
Los años pasan y por edad han fallecido casi la totalidad de los deportados. Los 50 españoles residentes en Austria tras la liberación por los aliados todos. Sus familiares se han organizado en la GRSÖ - Grupo de los familiares de los republicanos españoles en Austria. Se les tiene en cuenta en la organización de los actos anuales de conmemoración de la liberación de Mauthausen. Han cumplido con la memoria de sus familiares. Sólo ha habido una excepción, y fue en 2005 con la visita de Zapatero, primer jefe de gobierno español que se dejaba caer por esta región de Alta
Austria.Dada la importancia que la presencia de Zapatero podría tener para el conocimiento de la
deportación y las expectativas generadas ante una posible, entonces futura, ley de Memoria Histórica, el Grupo de los familiares de los republicanos españoles en Austria fue generoso, pero
dejó bien claro que ese año se producía una excepción. Esto fue aceptado por todas las partes sin excepción como prueba el documento firmado entre otros por Bernardino León, Secretario deEstado de AAEE. Cinco años después la historia se repite. La Vicepresidenta del gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega, visitará Mauthausen en los actos de homenaje que se realizarán el próximo mes de mayo coincidiendo con el 65 aniversario de la liberación. Silvia Cueto, hija del deportado asturiano Víctor Cueto y representante de la asociación austriaca, se entera por una carta de Amical Mauthausen de esta visita y de la presencia de la "bandera constitucional" en el monumento. Como no puede ser de otro modo Silvia responde dejando clara su negativa ante las intenciones de Amical Mauthausen y del gobierno español. Supongo que lo que queda del mes de abril se vivirá un tráfico epistolar y telefónico intenso entre Barcelona, ciudad donde se encuentra la sede de Amical Mauthausen, Madrid y Viena. En este tráfico, las presiones diplomáticas tendrán un gran protagonismo.
Toda esta historia, en mi opinión, refleja claramente la personalidad de cada una de los instituciones implicadas:Por un lado está el Estado español. Causante durante el franquismo del horror de los miles dedeportados republicanos, y que la mayor parte de los años de democracia fue totalmente ajeno al dolor de éstos. Desde la llegada del gobierno Zapatero y sus "inquietudes
memorialistas" Mauthausen sólo ha sido objeto de su curiosidad coincidiendo con los grandes eventos de aniversario: el 60 y el 65. ¿Qué pasa con los años entre medias? ¿No son dignos de conmemorar y de divulgar la memoria de estos españoles? Una vez más todo parece indicar que
las inquietudes memorialistas de este gobierno son en realidad un ardid publicitario. Sólo interesan los grandes eventos y las grandes conmemoraciones. Deberían tener más sensibilidad con la memoria de unas ideas y de quienes lucharon por ellas tanto en el frente, la deportación u
honrando a sus familiares. Por otro lado está la actual Junta Directiva de AMICAL MAUTHAUSEN, cuya postura no acabo de comprender. Desde que conozco esta asociación, loable en los fines, inquietudes y en el trabajo militante de muchos de sus miembros, he tenido cada vez más la impresión que la Memoria de la Deportación es secundaria. Primero por que se autoproclaman como únicos representantes de los deportados, y no es así. La FEDIP, Federación Española de Deportados e Internados Políticos creada en 1947 por deportados españoles residentes en varios países de Europa, sobre todo en Francia y Austria, venían velando por la memoria de la deportación desde mucho antes de que AMICAL existiese. Además la actual asociación austriaca forma parte del comité organizador de los actos en Mauthausen desde hace años, así que parece un tanto soberbia la postura de AMICAL como autoproclamado representante. Otro factor que me hace rechazar la postura de AMICAL ante la colocación de la bandera constitucional es el historial de sus apariciones en Mauthausen. Siempre que he coincidido con ellos allí la bandera predominante es la independentista catalana. Lejos de mí censurar la predilección de las personas por una enseña u otra, y lo que representan. Causa personal y digna. Pero la falta de respeto que sus portadores muestran ante la memoria de los deportados asesinados por luchar por lo que la bandera de la República española representa me parece censurable. Catalanes, aragoneses, andaluces, asturianos... asesinados por una idea de España basada en la igualdad, la libertad y la fraternidad. Quizás deberían elegir otro lugar para mostrar sus cuitas. Por todo ello no entiendo su interés en que figure la bandera constitucional junto a la republicana, a no ser que su actuación sea copiada de los nobles escoceses que ponían a batallar a un hijo con los ingleses y al otro con los independentistas. El padre siempre salía ganando fuese cual fuese el resultado de la batalla.
Durante decenios la FEDIP en Austria caminaba sola con la insignia tricolor ante la puerta de Mauthausen. Lógico, estaban cerca, organizados y con las ideas claras. Ellos, primero los 50 deportados que tras la liberación permanecieron en Austria y luego sus familiares, han sido los que día a día luchaban por la memoria y se hacían valer ante las instituciones austriacas en una época en que la mención de los Campos de Concentración y Exterminio generaba cuando menos suspicacias. Ellos merecen la sensibilidad y el respeto que se les ha faltado una vez más desde el
gobierno español y desde AMICAL.